Despegar a los adolescentes de las redes sociales puede convertirse en toda una batalla en el hogar. En muchos casos, crea discordia entre ellos y sus padres al intentar limitárseles el uso de Snapchat, Instagram o Tiktok; por solo mencionar algunos.
Para muchos es una lucha constante que empieza desde muy temprano por la mañana porque lo primero que hacen es mirar las historias en línea. También, cuando la familia sale de vacaciones, muchos adolescentes pueden permanecer más de cuatro horas al día y perderse la experiencia de unos momentos únicos en familia. Una de las dudas clave es, por otro lado, si es que los adultos, también heavy users digitales, somos o no un ejemplo a seguir.
La Dra. Gabrielle Shapiro, psiquiatra especializada en niños y adolescentes y profesora clínica de Psiquiatría de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, ofrece a los padres algunas técnicas sobre el uso de las redes sociales y su dosificación para los más jóvenes.
¿Qué reglas saludables podemos implementar en casa con mis hijos adolescentes sin generar conflictos?
El principal problema de los adolescentes es la falta de capacidad para dejar sus dispositivos digitales, ¡lo cual no es tan diferente al de los adultos de hoy en día!. Otra complicación es que gran parte de la tarea debe hacerse en un dispositivo digital, por lo que los padres tienen el dilema de no querer quitarse los dispositivos digitales para poder completar la tarea. Sin embargo, una buena regla general es que el adolescente guarde todos los dispositivos digitales a una hora específica
para acostarse y los coloque en un lugar donde no se sienta tentado a alcanzarlos por la noche, lo que sabemos que altera el sueño.
¿Demasiado tiempo frente a una pantalla genera problemas de salud?
Sí, demasiado tiempo frente a la pantalla puede generar problemas de salud. Es importante que los adolescentes y las personas de todas las edades tengan aire fresco y haga suficiente ejercicio y luz. Sabemos que hoy en día muchas personas tienen deficiencias de vitamina D, que pueden deberse a la falta de tiempo al aire libre y a la luz del sol. Mirar fijamente una pantalla puede provocar dolores de cabeza y sentarse en una silla durante demasiado tiempo puede contribuir a problemas de espalda. Además, hemos visto un aumento de la obesidad en los adolescentes porque ahora hay más estilo de vida sedentario que en generaciones pasadas.
¿Algunas aplicaciones son más preocupantes que otras?
Sí. Lo que queremos es que nuestros adolescentes obtengan información precisa, y eso es un problema en toda la sociedad. Al revisar aplicaciones y redes sociales, uno quiere verificar la exactitud de la información que se comparte. Investigar qué aplicaciones de redes sociales usan sus hijos sería una forma de detectar lo que ven. Los adolescentes están desesperados por información que puedan adquirir de forma privada y confidencial, por lo que buscan esa información en las redes sociales y otras plataformas digitales. Esto se vuelve problemático porque las plataformas digitales no controlan la exactitud de la información que se comparte. Los padres deben ser honestos y transparentes con sus hijos sobre qué plataformas les gustan, discutir la validez de la información que reciben en estas plataformas y sugerir amablemente las mejores opciones. Una cosa que es peligrosa es que los adolescentes se autodiagnostican. No estamos seguros: se necesita más investigación.
¿Cuál es la edad saludable para permitir a un hijo tener un teléfono?
No hay una sola respuesta. Sin embargo, probablemente el comienzo de la escuela secundaria o los 12 años parece una buena edad para
adquirir un teléfono por primera vez. Cualquier fecha anterior se evaluará caso por caso; por ejemplo, tal vez el adolescente tenga que viajar solo hacia y desde la escuela. (¡No deberían ir solos a la escuela antes de las 12!)
¿Cómo debería cambiar el uso a medida que crecen?
Al principio, se debe controlar el uso del teléfono. Hay muchas formas diferentes de controlar los teléfonos que puede seleccionar al elegir su plan. El teléfono sólo podría contener unos pocos números (de contactos), por ejemplo, y básicamente podría funcionar sólo para llamadas telefónicas.
Los adolescentes no necesitan empezar a utilizar un teléfono inteligente de inmediato. Pueden avanzar hacia un teléfono inteligente mientras los padres les imparten una buena etiqueta en el uso de teléfonos inteligentes. El uso también debería cambiar, a medida que padres e hijos desarrollen la comunicación necesaria para tener este tipo de conversaciones y a medida que el adolescente reaccione al teléfono. Es muy importante controlar la propiedad inicial del teléfono.
