Una mayor ingesta de frutos secos puede ayudar a proteger a los ancianos del deterioro cognitivo, reveló un estudio financiado por la INC Consejo Internacional de Nueces y Frutos Secos.
Durante un periódo de tres años, un total de 119 participantes con demencia y mayores de 65 años fueron seleccionados para el estudio en Italia. Los participantes fueron seleccionados en función de su ingesta de frutos secos: no consumidores y consumidores regulares de frutos secos de 2.9 gramos al día.
Los investigadores encontraron que, de 119 personas, 38 participantes experimentaron deterioro cognitivo, 28 del grupo que no consumían frutos secos y 10 del grupo que consumían frutos secos regularmente. El consumo de frutos secos, estimado por el marcador dietético o por el modelo de marcador urinario, se asoció en ambos casos con un menor deterioro cognitivo.
“El uso de un panel de metabolitos proporciona información precisa y complementaria sobre la exposición a frutos secos y refuerza los resultados obtenidos utilizando información dietética,” declaró la Prof. Andrés-Lacueva, ICREA Academia de la Universidad de Barcelona, líder del grupo de CIBERFES en Frailty and Healthy Aging e investigadora principal del estudio.
Crédito de foto: INC International Nut and Dried Fruit Council